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🇦🇷EL “TOP GUN”QUE LLEVAMOS DENTRO🇦🇷

  • Foto del escritor: Luis Alberto Briatore
    Luis Alberto Briatore
  • 23 jun 2022
  • 3 Min. de lectura



A mediados de los 80, la mayor parte de los pilotos de combate del planeta, quedamos extasiados frente a la pantalla grande, todo ocurrió, cuando ansiosos por la espera, presenciamos el estreno de TOP GUN.

Compenetrados en cada toma del film, como si piloteáramos el F-14 Tomcat y domináramos la Kawasaki GPZ 900 R con nuestras propias manos, serie de sentidas sensaciones, que levaron a verla una y otra vez.

Desde diferentes países, volando distintos aviones de combate, en diferentes escenarios y realidades diversas, todos los pilotos de caza alrededor del mundo, por el solo hecho de escuchar el acompañamiento musical (“Take muy breath away”) de este film taquillero, deliráramos.


Un renacer


Pasaron más de treinta y cinco años, para que la segunda versión de “TOP GUN”, volviera a acelerar las pulsaciones de un corazón valiente, pero esta vez, alejado del combate cabina contra cabina.

Luego de más de tres décadas, la emoción percibida fue casi la misma, la aexpectativa más que inmensa, pero el sentir, en mi caso, fue bastante distinto al de la primera oportunidad.

En el año del estreno inicial, acababa de comenzar a volar Mirage, hecho que hizo más profundo el impacto.

Salvando las distancias, por aquellos días, me sentía muy cercano a lo que hacía y sentía Maverick, con una edad similar y las mismas ganas de desafiar al cielo con combates aéreos pisando el límite de lo permitido. No era para menos, estaba desarrollando en plenitud la pasión de volar un avión de caza.


El paso del tiempo


Hoy, con unos años más, y sin las abdominales de Tom Cruise, disfrute esta historia con una cuota similar de adrenalina, pero parado desde un lugar distinto.

Surfeando el descanso del guerrero, hoy estoy más reflexivo. Vienen a mi memoria aventuras de una época dorada, que lamentablemente, ya se fue.

Lo primero que vino a mi cabeza al verla, fue pensar en los que nos acompañaban en vuelo, y ya no están. También, en aquellos que dieron la vida por todos nosotros y seguimos su ejemplo. Pensé en los que desde tierra, hacían lo imposible para que esa maravilla de la tecnología aeronáutica pudiera despegar y batir el objetivo con éxito. Y un último pensamiento, relacionado a lo apasionante que fue desarrollar una vocación, que aún sigue viva, pero esta vez, disfrutándola sin tener las manos adheridas a los comandos de vuelo y el acelerador, volando a pura “G” y desafiando los tres ejes de movimiento al límite.

Hoy, todo ha cambiado. la mano derecha toma también con pasión una pluma, la que me permite volar como en aquellos tiempos, pero esta vez, recordando todo lo lindo que rodea a la vida de un cazador de raza.

Maverick tuvo la fortuna de cumplir su última misión con éxito, la comunidad cazadora de aquellos años, tenemos la suerte de poder volver a sentir lo que hacia mucho tiempo que no se apoderaba de un alma guerrera. Ese espíritu combativo, que para seguir recordando buenos tiempos, hará como hace más de tres décadas, que veamos una y otra vez “TOP GUN” en su segunda versión.

Para los legendarios cazadores gauchos, no hay mejor frase que refleje el fresco recuerdo de esos hermosos años, en los que tuvimos la fortuna de vivir una pasión transformada en vocación, como integrantes activos de la gloriosa Fuerza Aérea Argentina:


🇦🇷🇦🇷NO HAY QUIEN PUEDA🇦🇷🇦🇷

 
 
 

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