ORGULLO DE FESTEJAR EL DIA DE LA INDEPENDENCIA

“Declarar la independencia es un acto que se afirma y define la existencia de la Nación, es un momento histórico que no se agota en sí mismo, la independencia de los pueblos es algo más profundo, más rico que un momento histórico. La independencia es poder ser dueños y artífices de nuestro propio destino, y eso sucedió el 9 de julio de 1816. Es una de las fiestas patrias más importantes de la Argentina, conmemoramos lo sucedido en la sesión del Congreso de Tucumán, cuando las Provincias Unidas del Río de la Plata proclamaron su Independencia política de la monarquía española y renunciaron a cualquier otra dominación extranjera. Desfilar orgullosos luciendo nuestro uniforme un 9 de Julio, no es más que honrar a quienes desde el siglo XIX entregaron sus vidas por el nacimiento y la construcción de nuestra nación. Un desfile cívico-militar en esta fecha patria es el festejo más importante de nuestra nación libre y soberana, fecha que honramos con esta hermosa legendaria tradición. Los que nos preparamos por vocación para defender a la Patria desde la tierra, el mar y el cielo, sentimos una gran emoción al marchar en medio de la algarabía del pueblo argentino. Con fiereza y garra, clavando los tacos en el frio asfalto, alineando el braceo y cantando con la fuerza canciones patrias, le rendimos homenaje a quienes dejaron sus vidas en aquellas cruentas luchas por la independencia, y también a quienes combatieron heroicamente en las Islas Malvinas. Los ex combatientes, civiles y militares, quienes arriesgaron sus vidas por todos nosotros y aun los tenemos como testimonio viviente, desean también participar para recibir el afecto de los muchos compatriotas que voluntariamente acuden a este importante acto. Ellos, curtidos soldados marcados por diferentes cicatrices, lo que más desean, es portar nuevamente sus uniformes, sus condecoraciones y sus banderas, para sentir el fervor y el apoyo popular, y para ello, no existe una mejor ocasión que el Día de la Independencia. De niño junto a mis padres, al igual que miles de familias, esperábamos ansiosos este gran día. Creo que en estos actos conmemorativos, es cuando muchos, y como sucedió conmigo, se fomenta la identidad nacional y el valor del patriotismo, principalmente en el niño y el joven, en los inicios de un sentimiento de identificación con el pasado patrio. Esta es una imagen que nunca olvidamos, la que nos deja un profundo mensaje que germina en el tiempo, la que nos hace asumir el compromiso de aportar positivamente a la construcción de un futuro mejor con los colores celeste y blanco. En estas fechas patrias, con el amor que sentimos por nuestra pasión y a la vez vocación, la de prepararnos para la defensa de nuestro suelo patrio, siempre estamos predispuestos a formar parte de un desfile en una fecha tan cara para el ser nacional. Allí estaremos, con nuestro impecable y digno uniforme, porque sentimos que este tipo de acto es una demostración y ocasión perfecta para devolverles una insignificante parte, de todo lo que nos da la sociedad argentina, ya que gracias a nuestro pueblo existimos y nos sustentamos. Qué hermosa sensación, es cuando se eriza la piel, al palpar en carne propia el reconocimiento popular a los mártires patrios y a los héroes de guerra, en momentos que escuchamos los acordes del Himno Nacional Argentino, olas marchas de San Lorenzo y de Malvinas, entre otras, en medio de una ovación ininterrumpida de fondo, con gritos de ¡VIVA LA PATRIA!