Por un justo reconocimiento

Un día como hoy hace 39 años, marca el fin de la guerra por nuestras Islas Malvinas. Podrán cuestionar la decisión y los argumentos de enfrentar a la tercera potencia marítima del planeta, pero de ninguna manera, la entrega de nuestros hombres y mujeres, civiles, soldados, suboficiales y oficiales. Ellos participaron cumpliendo un juramento sagrado, el de defender la bandera hasta perder la vida, y otros, lo hicieron por una profunda convicción patriota, a los que muy a nuestro pesar, debemos ser conscientes que no recibieron un justo reconocimiento ante una demostración de tanto amor por la celeste y blanca.

Pasaron más de treinta años para que tuviéramos en nuestras calles a los veteranos marcados por viejas cicatrices desfilando en el Día de la Independencia. Fueron muchos años de un estado distraído en reconocer como se debe a estos próceres contemporáneos.

Pasa el tiempo y la sociedad se sigue anoticiando de hazañas que van saliendo a la luz, aflorando de las profundidades de la turba malvinense, hechos que aún siguen frescos en la memoria de los protagonistas.

Conocemos infinidad de actos sucedidos en aquellos días que engrandecen al ser nacional, inspiradores de ejemplo hacia las futuras generaciones, los que no son tenidos en cuenta.

Carecemos aun de libros de texto escolares que mencionen a los Sargentos Cabrales y a los San Martines del siglo XX. Muchos de ellos siguen caminando entre nosotros, pasando prácticamente desapercibidos, con un recuerdo aún vivo que no logramos capitalizar.

Renegamos del pasado, cuestionamos la historia y lo más lamentable, exhibimos banderas de colores distintos a la celeste y blanca.

El reconocimiento viene del enemigo, de países extranjeros, pero incomprensiblemente, no de muchos seres nacidos en este bendito suelo argentino.

Ya los jóvenes no cantan el himno nacional, y vemos atónitos como niños, si recitan cánticos partidarios, señal de que estamos enfermos ante la falta de un fuerte espíritu nacional.

Como me gustaría que el próximo 9 de Juliocomo se hizo históricamente volvieran los desfiles que disfrutaba de niño, ver a los que defendieron y defienden la Patria, al igual que lo hacen la mayoría de los países con historia, porque las Fuerza Armadas son de todos los argentinos, y verlas despierta un saludable orgullo y sentimiento nacional.

Estos días de reflexión donde se cumple un año más de las gesta patriótica, sería bueno cuestionarnos no perder el relato de los protagonistas, aún vivos, los que son un ejemplo de entrega a la Patria.

En esta fecha tan especial, mi eterno respeto y admiración a los Veteranos de la Guerra que lucharon por nuestras Islas Malvinas y el eterno reconocimiento a las familias de los patriotas que ya no están entre nosotros.

“Nadie Vuelve”

Nadie vuelve de una guerra,

si es que vuelve, como fue;

muere el que muere un poco

Muere el que vuelve también.

La guerra les pone un sello

como quien marca a una res;

lo marca al que muere en ella

y al que no muere también.

Un día la guerra acaba

pero no el luto, que es fiel

por el que murió y un poco

por el que volvió también.

Poema de Aledo Luis Meloni