🇦🇷RODANDO A BORDO DE UN ESPEJISMO GAUCHO🇦🇷
- Luis Alberto Briatore
- 22 ene 2022
- 5 Min. de lectura
A los que amamos todo lo que vuela, nos fascina ver a estas increíbles máquinas cuando se encuentran en el aire, principalmente en momentos que maniobran a sus anchas, dando muestras de un admirable potencial, con pasajes electrizantes sobre nuestras cabezas, pero también, existe otra fase del vuelo que es atractiva y exige otro tipo de destreza.
Cuando frente a nuestros ojos se desplaza un avión de combate sobre sus tres rectas extremidades, y lo hace a una velocidad similar a la de una película en cámara lenta, nos sentimos afortunados, al ser espectadores privilegiados, poder apreciar y deleitarnos, viendo hasta el más mínimo detalle de unas delicadas líneas, sutilezas que crean un magnetismo, captado en toda su magnitud por una entusiasta alma aeronáutica.
Si bien, el moverse con lentitud con las ruedas sobre la tierra pareciera algo sencillo, esta fase del vuelo también exige de una técnica específica, la que permite el correcto uso de los dispositivos y sistemas utilizados para movernos sobre el terreno, en un medioambiente en el que se busca un seguro desplazamiento, evitando errores “imperdonables”, por el solo hecho de no suceder en el aire, expresión archiescuchada entre aeronáuticos.
Obligada regulación
Al sentarnos en el salvador asiento eyectable, debemos hacer dos ajustes previos a la puesta en marcha. El primero, está relacionado con la altura del asiento salvador, accionamiento que se efectúa mediante el trabajo de un motor eléctrico, y en segundo lugar, la “distancia de los pedales”, ajuste el que nos asegura presionar los frenos de manera efectiva al 100%, en caso de ser necesario un uso inmediato.
Una vez que rompemos inercia con el 83% de empuje, el Mirage corre unos veinte metros y presionando decididamente uno frenos, giramos abruptamente a 90° para comenzar el rodaje, de allí en más, el desplazamiento se efectúa con muy poca potencia, solo unas 500 RPM sobre el valor de ralentí cuando el Delta se encuentra liviano. Con escasas vueltas de motor y un sonido gratificante para el que los ve pasar, este bólido se mueve a una velocidad normal y segura, momento en que efectuamos distintos chequeos previos al ingreso de pista.
Otro detalle para movernos por tierra, es que utilizamos los faros de rodaje, que difieren el ángulo de iluminación con respecto a los utilizados para el aterrizaje.
La acción de rodar
Desplazarnos a velocidad lenta y de manera correcta sobre la plataforma, calles de rodaje o pista, tiene sus secretos, y aunque parece sencillo hacerlo, como sucede con cada etapa del vuelo, movernos con soltura, sin apartar la rueda de nariz de la línea amarilla marcada sobre el oscuro asfalto, exige algunos recaudos a tener en cuenta.
El Mirage es un avión sencillo y dócil de rodar. Para lograr dominarlo en tierra, como sucede con cualquier otro tipo de avión, solo debemos saber la correcta manera de hacerlo, buscando preservar el buen estado de frenos y cubiertas, los que deben estar en óptimas condiciones para ser empleados cuando “las papas queman”, me refiero al caso más crítico, ante la aparición de una falla grave, previa a la velocidad máxima para interrumpir el ansiado salto al aire. Se trata de un punto crítico, en el que decidimos quedarnos en tierra o continuar acelerando para despegar, la famosa velocidad de decisión o V1, donde ante una interrupción del despegue, es empleada la máxima energía de frenado, en la que las masas de frenos llegan a estar incandescentes, y los neumáticos alcanzan la temperatura límite establecida por el fabricante.
Dominando a la rueda de nariz
La manera de moverla, direccionando al Delta a nuestra voluntad, se hace con solo una simple presión con los borceguíes sobre la punta de los pedales, acción efectuada mediante pequeños golpes, de un lado, o del otro, de acuerdo al lado a girar.
Pocas limitaciones de maniobra
Manteniendo los pies siempre paralelos apoyados sobre los pedales y con imperceptibles golpes de freno, el Mirage se desplaza sin inconvenientes manteniendo el centro de calle de rodaje.
Las posibilidades de giro son excelentes, permitiendo al Delta hacer un 360° en una calle de rodaje angosta sobre una rueda del tren principal, para ello, debemos aplicar potencia y con golpes sucesivos de freno, vamos torciendo la rueda de nariz, y como un compás, gira rápidamente sobre un punto.
Ante la existencia de charcos de agua o manchas de hielo, el rodaje debe efectuarse más lento, condiciones en la que se desconecta el sistema anti skid (similar al ABS en vehículos). Esta acción, soluciona la falta de efectividad de los frenos por acción del sistema antibloqueo, en el momento que se pisa este tipo de superficies contaminadas por exceso de agua o hielo.
El despegue
Previo a soltar frenos, como sucede en cualquier avión, es importante quedar con la rueda de nariz alineada con el eje pista, para ello, nos acomodamos sobre la cabecera de pista, efectuando u giro con suaves golpes de freno, si es necesario.
Para despegar, en la primer parte de una rápida y frenética aceleración, las desviaciones laterales, son corregidas mediante imperceptibles golpes de freno. A partir de los 90 nudos / 170 km/h, el timón de dirección es efectivo, y cualquier variación es solucionada moviendo los pedales (comando del timón de dirección), en este caso, ya sin presionar más los frenos, preservando el estado de las cubiertas y evitando incremento de la temperatura en las masas de freno.
Ante la influencia de una importante componente de viento cruzado, desde que rompemos inercia, y como primera medida, se colocan los comandos de elevones hacia el lado del viento, y en la primer parte de la carrera, la corrección de esa fuerza que quiere desplazarnos hacia un costado, se hace mediante golpes de freno. Una vez que tenemos suficiente velocidad y los comandos de vuelo son efectivos, los utilizándolos para contrarrestar las desviaciones, donde los frenos no se deben emplear más.
Despegue en alerta o scramble
Cuando las papas queman, y en menos de 3 minutos hay que despegar, tiempo que se toma desde el momento que nos avisan que un incursor ingresa a nuestro espacio aéreo soberano, hasta estar en el aire, el rodaje se hace a muy alta velocidad y prácticamente sin utilizar los frenos. Al ingresar a pista y sin detenernos, utilizamos la técnica: “rolling take off “, alineándonos con el eje de pista en plena carrera de despegue, utilizando los frenos inicialmente, situación excepcional, en la que la lista de control de procedimiento y distintos chequeos, se van efectuando con el avión en movimiento.
Como buenos alumnos
En un aprendizaje continuo, seguimos absorbiendo conceptos e ideas sobre nuestro avión preferido, permitiendo razonar, conocer y querer más a este clásico y mito de la aviación bélica, el glorioso Mirage gaucho, el mismo que nos dio tantas satisfacciones al llenarnos de gloria, avión que marco una profunda huella y al que nunca debemos olvidar.
🇦🇷🇦🇷“NO HAY QUIEN PUEDA”🇦🇷🇦🇷
Fotografía: gentileza Sergio García Pedroche. #avistafashion #avionesargentinos #aviacionargentina #aviones #argentinas #aviationphotography #argentinos #avions #aviationworld #aviationgeek #aviationlovers #aviationlovers #aviationphotography #aviationphoto #aviationdaily
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