🇦🇷🇦🇷UN DELTA QUE INSPIRA🇦🇷🇦🇷
- Luis Alberto Briatore
- 10 ene 2022
- 2 Min. de lectura
En los todos aviones, el “motor” es el corazón que le da vida desde el momento que ponemos en marcha, el “fuselaje”, es el cuerpo que recibe la sangre que hace funcionar a cada sistema que contiene, y el piloto, es el alma que lo gobierna.
Frente a esta perfección, en la que damos rienda suelta a nuestra pasión, el vuelo, cuando nos encontramos a solas, sin despegar los labios y mirándolo fijo, mantenemos entretenidos diálogos, pláticas que hacen cada día más fuerte el vínculo afectivo que nos une.
Normalmente, he mantenido charlas con las distintas aeronaves que he tenido la fortuna de disfrutar, con las que surque el cielo patrio, pero con esta en particular, no sólo nos unieron diálogos, sino también, gestos de afecto, esta expresión adicional fue principalmente gracias a las líneas perfectas y armónicas de un morro o nariz cónica, trazos que incitan al abrazo o caricia previo a un vuelo.
Para algunos, le resultará extraño que un pájaro de metal, sea considerado un ser vivo, pero no para un binomio que se juegan juntos la vida, no caben dudas de ello.
Con este hermoso Mirage biplaza, gracias a la cantidad de años y horas de vuelo en las que he ocupado con mucho orgullo el puesto trasero como instructor, fue sin dudas, el avión con el que he mantenido los mejores diálogos.
Con solo observar atentamente esta estupenda toma fotográfica, podrán encontrar justificación y coincidir con lo que acabo de confesar.
Al pararnos frente a esta esbelta flecha con alas triangulares, es inevitable que nazca un diálogo, el que solo incita a volar, y también a soñar.
Fotografía: gentileza Sergio García Pedroche
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