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🇦🇷UN HITO, ROMPER LA BARRERA DEL SONIDO🇦🇷

  • Foto del escritor: Luis Alberto Briatore
    Luis Alberto Briatore
  • 3 dic 2022
  • 4 Min. de lectura

En los primeros pasos como aviador militar y piloto de combate, romper la barrera del sonido es una cuenta pendiente, que solo pocos pueden lograr. Cuando los planetas se alinearon, y de muy joven, tuve el privilegio de montar un delta pura sangre, alcanzando en el primer vuelo este importante hito, el que disfrute y lo incorpore como una capacidad con gusto a desafío.

En un veloz Mirage M-IIIC biplaza, en el famoso vuelo de demostración, sucedió lo que tanto esperaba. Aquel soleado día mendocino, junto mi jefe de escuadrilla y experimentado instructor, recorrimos los rasgos distintivos del ala delta, y uno de los principales, es superar en vuelo nivelado el Mach 1.

Lo primero que me llamo la atención, fue el endurecimiento de la palanca de comandos de vuelo cuando la traía hacia el abdomen, eso sucedió a partir de 0.95 de Mach, y de repente, con mucha rapidez, observé que la aguja del velocímetro analógico, pegaba un rápido salto, superando el 1 de Mach. Al mismo tiempo, como iba maniobrando con poca “G”, se produjo otro extraño y nuevo fenómeno, un autocerrado que genera un incremento del factor de carga, o comúnmente llamada fuerza “G”. Efecto característico que sucede al cerrar mientras superamos Mach 1, fenómeno llamado “toma de eficacia”, detalle que en los futuros vuelos tendría muy en cuenta, ya que caminaría en infinidad de oportunidades en la delgada línea del transónico, principalmente al comenzar a dar los primeros pasos en combate aire-aire. Se trataba de un nuevo atributo, propio de los aviones supersónicos, y que debería manejar con especial cuidado, ya que era una de las principales causas para superar el límite estructural del veloz Mirage, especialmente cuando ejecutábamos maniobras con mucha “G”, o hablando con más propiedad, al exceder el límite estructural en de 7,3 G.

A medida que íbamos acelerando con PC Maxi luego de superar la barrera del sonido, tenía lugar otra excentricidad supersónica. En el mismo momento de traspasar el 1.25 de Mach, unos conos ubicados en las tomas de admisión de aire, a cada lado de la cabina, comenzaban a salir, su función, alejar la onda de coche, evitando que el motor entre en pérdida de compresor.

Como si esto fuera poco, la capa límite de aire que acariciaba a ambas alas, al desplazarse a velocidad supersónica, a medida que el avión seguía acelerando, se alejaba, obligando a tirar cada vez más atrás la palanca de comandos para mantener la misma actitud en vuelo nivelado.

Si bien el vuelo supersónico es fascinante, llegar a los límites del delta, crea un estado de intranquilidad. Por fortuna, también era consciente, que el Mirage era un especialista en este tipo de vuelo.

Ernst Mach (1838-1916)

Mach estudió sobre todo la física de fluidos a velocidades superiores a la del sonido, ​y descubrió la existencia de lo que después fue conocido como “cono de Mach”. Se trata de una onda de presión de forma cónica, la que parte de los cuerpos que se mueven a velocidades supersónicas, esto significa, superiores a la velocidad del sonido. Descubrió que la relación entre la velocidad a la que se desplaza el cuerpo y la velocidad del sonido es un factor físico de gran importancia. Dicho factor se conoce con el nombre de “número Mach”.

Cuando una aeronave se mueve más rápido que la velocidad del sonido (rompiendo la barrera del sonido), las ondas de presión no se propagan frente a la aeronave, sino que crean una onda que genera enormes cantidades de energía sonora, que suena similar a una explosión o un trueno en el oído humano, principalmente hacia donde apunta la nariz del avión.

También se define, como una "barrera de propagación" que viaja en todas direcciones a la velocidad de 1234,8 km/h, a la que llamamos velocidad del sonido. Esta barrera al ser vencida por un objeto, estalla formando una explosión sónica que puede ser muy molesta al oído humano, pudiendo llegar a romper vidrios, lámparas, y sobretodo, asustar a muchos que los toma por sorpresa, y lo que primero piensan es un atentado.

Es un número utilizado para describir esta velocidad tan famosa, Mach 1, que equivale a la velocidad del sonido.

Mach 2 es dos veces la velocidad del sonido. Un detalle a tener en cuenta, es que la onda sónica, solo se siente al romperla en la primera oportunidad, es decir, a Mach 1.

14 de octubre de 1947

Luego de mucho esperar, este fue el día que el primer ser humano rompió la barrera del sonido al comando de una aeronave. El estadounidense Chuck Yeager, piloto de combate en la Segunda Guerra Mundial, volando en el famoso Bell X-1 Glamorous Glennis, surcando el cielo a 13.700 metros sobre el desierto de Mojave, en California, EEUU, llegó a establecer una marca histórica, al alcanzar y superar Mach 1 a1.225 kilómetros por hora.

Todo un desafío

Cuando un avión se acerca a la velocidad del sonido, la forma en que el aire fluye alrededor de su superficie cambia y se convierte en un fluido compresible, dando lugar a una resistencia mayor.

Inicialmente se pensaba que el aumento de la resistencia seguía un crecimiento exponencial, suponiendo que un avión no podría superarla aun aumentando de manera sustancial la potencia de los motores. De ahí el nombre de barrera del sonido.

Sin embargo, esta idea ya había sido descartada por los artilleros del siglo xix. Desde Ernst Mach se sabía que, a partir de cierto punto, la resistencia ya no aumenta más sino que, de hecho, se reduce. De manera que para atravesar la barrera del sonido sería suficiente con disponer de mayor propulsión y mejor aerodinámica para vencer ese punto máximo de resistencia. Con la introducción de nuevas formas de ala, las que disminuyen la resistencia, y con motores a reacción de mayor propulsión, desde los años 1950, fue posible viajar más rápido que el sonido con relativa facilidad.

“Al volar supersónico con el acelerador en postcombustión máxima, sentimos en la piel la aceleración del espejismo hecho avión, y en este acto, es cuando sentimos que su motor es el corazón que lo impulsa a acelerar más y más, y el piloto, con las manos tomando firmemente los comandos, es el alma que lo gobierna”.

🇦🇷🇦🇷🇦🇷NO HAY QUIEN PUEDA🇦🇷🇦🇷🇦🇷


 
 
 

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